Sabe Dios qué angustia
te acompañó.
Qué dolores viejos
calló tu voz?
Dientes de flores, confía de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme puestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Pónme una lámpara a la cabecera,
una constelación, la que te guste,
todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes,
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que te olvides.
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido…
Belo Horizonte distante
na geografia e no tempo
E lá estava ela a Moça Bonita
Concentrada sobre o tablado
de dançar Flamenco
Esguia sobre os saltos sólidos
do sapato preto envernizado
fechado com botão do lado
Vestido negro, de rosas amarelas
farfalhavam por cima de anáguas
que espumavam brancas ao bailar
Cabelos negros puxados
rebrilhavam em purpurina
no brilho dos olhos castanhos dela
arrematados em coque
cobertos por fina renda preta
rosa vermelha presa junto a orelha
E na pose inicial com os braços semi-erguidos
a um segundo do inicio da música tocar
hipnotizava-me com o olhar
E a música começou e
rodopiou pelo salão
castanholas batidas em cada mão
compasso de corpo e canção
aceleravam meu coração...
te acompañó.
Qué dolores viejos
calló tu voz?"
que lame el mar
su pequeña huella
no vuelve más
Un sendero solo
de pena y silencio llegó
hasta el agua profunda
de penas mudas llegó
hasta la espuma.
te acompañó.
Qué dolores viejos
calló tu voz?
arrullada en el canto
de las caracolas marinas
en el fondo oscuro del mar
la caracola.
con tu soledad
fuíste a buscar?
de viento y de sal
te requiebra el alma
y la está llevando
como en sueños
dormida, Alfonsina
vestida de mar.
te llevarán
por caminos de algas
y de coral
caballos marinos harán
una ronda a tu lado
del agua van a jugar
pronto a tu lado.
un poco más
déjame que duerma
nodriza, en paz
no le digas que estoy
dile que Alfonsina no vuelve
no le digas nunca que estoy
di que me he ido.
con tu soledad
¿Qué poemas nuevos
fueste a buscar?
de viento y de sal
te requiebra el alma
y la está llevando
como en sueños
dormida, Alfonsina
vestida de mar.
Música : Nana Mouskouri - Alfonsina y el mar.
Pasando despacito...en puntitas de pie…
ResponderExcluirrespetando los que intuyo son momentos jardineros de introspección, inmersos en las profundidades del lecho marino abissal...
Saudades también…
Sobre Alfonsina…
Sus padres la llamaron Alfonsina, su etimología:
"la que está dispuesta a todo"
(Sala Capriasca, Suiza, 1892 - Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina, 1938) Poetisa argentina de origen suizo. A los cuatro años se trasladó con sus padres a Argentina, y residió en Santa Fe, Rosario y Buenos Aires. Se graduó como maestra, ejerció en la ciudad de Rosario y allí publicó poemas.
Se trasladó luego a Buenos Aires y fue docente en el Teatro Infantil Lavardén, en la Escuela Normal de Lenguas Vivas y en 1917 se la nombró maestra directora del internado de Marcos Paz.
Alfonsina Storni comenzó a frecuentar los círculos literarios y dictó conferencias en Buenos Aires y Montevideo; colaboró en las revistas Caras y Caretas, Nosotros, Atlántida, La Nota y en el periódico La Nación. Compartió además la vida artística y cultural del grupo Anaconda con Horacio Quiroga y Enrique Amorín y obtuvo varios premios literarios.
En la década de 1930 viajó a Europa y participó de las reuniones del grupo Signos, donde asistían figuras importantes de las letras como Federico García Lorca y Ramón Gómez de la Serna. En 1938 participó en el homenaje que la Universidad de Montevideo brindó a las tres grandes poetas de América: Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou y ella misma.
En 1935 Alfonsina fue operada de un cáncer de mama. La mastectomía le deja grandes cicatrices físicas y emocionales. Siempre había sufrido de depresión, paranoia y ataques de nervios, pero ahora los síntomas de enfermedad mental recrudecen. Se vuelve recluida y evita a sus amistades. Tres años después tomó la determinación de suicidarse en Mar del Plata, arrojándose al mar.
Madre soltera, hecho que no era aceptable en su época, fue sin embargo la primera mujer reconocida entre los mayores escritores de aquel tiempo. Su trayectoria literaria evolucionó desde el Romanticismo hacia la vanguardia y el intimismo sintomático del Modernismo crepuscular. El rasgo más característico de su producción fue un feminismo combativo en la línea que se observa en el poema “Tú me quieres blanca”, el cual se halla motivado por las relaciones problemáticas con el hombre, decisivas en la vida de la poetisa.
La obra poética de Alfonsina Storni se divide en dos etapas:
la primera, caracterizada por la influencia de los románticos y modernistas, La segunda etapa, caracterizada por una visión oscura, irónica y angustiosa.
En 1936 colaboró en el IV centenario de la fundación de Buenos Aires con el ensayo Desovillando la raíz porteña.
¿Cómo murió Alfonsina Storni? La canción misma habla de una mujer que sufre y que decide marcharse “vestida de mar”, y el mito ha establecido que la autora de El dulce daño caminó aguas adentro hasta ahogarse, víctima de una depresión amorosa. Una muerte más poética, imposible. Pero lo cierto es que no fue así como ocurrió: ni caminó aguas adentro ni se suicidó por mal de amores.
En la exposición del Centro Virtual Cervantes está este artículo de Guzmán Urrero Peña que aclara el asunto. La depresión de Alfonsina sí era real, pero su motivo era el cáncer que tres años antes le había arrebatado un seno durante una operación quirúrgica. Y su muerte en el mar también fue real pero, en lugar de caminar aguas adentro, Alfonsina se lanzó desde el espigón —un macizo saliente en la costa— de la playa La Perla, en Mar del Plata, y su cuerpo fue hallado a la mañana siguiente por dos obreros que pasaban. En el lugar se ha erigido el monumento de la foto que encabeza esta nota, al que cada 25 de octubre se acercan cientos de personas a honrar la memoria de Alfonsina.
Entre muchos, dos de sus poemas, de los que gusto especialmente...
ResponderExcluirS Á B A D O
Me levanté temprano y anduve descalza
Por los corredores: bajé a los jardines
Y besé las plantas
Absorbí los vahos limpios de la tierra,
Tirada en la grama;
Me bañé en la fuente que verdes achiras
Circundan. Más tarde, mojados de agua
Peiné mis cabellos. Perfumé las manos
Con zumo oloroso de diamelas. Garzas
Quisquillosas, finas,
De mi falda hurtaron doradas migajas.
Luego puse traje de clarín más leve
Que la misma gasa.
De un salto ligero llevé hasta el vestíbulo
Mi sillón de paja.
Fijos en la verja mis ojos quedaron,
Fijos en la verja.
El reloj me dijo: diez de la mañana.
Adentro un sonido de loza y cristales:
Comedor en sombra; manos que aprestaban
Manteles.
Afuera, sol como no he visto
Sobre el mármol blanco de la escalinata.
Fijos en la verja siguieron mis ojos,
Fijos. Te esperaba.
LA CARICIA PERDIDA
Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al pasar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida ¿quién la recogerá?
Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará... rodará...
Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.
Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de besar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, ¿me reconocerás?